Saber escuchar no es cosa baladí. Pero como toda habilidad, se puede entrenar y aprender.
Un buen principio es identificar cuáles son las principales barreras que nos impiden escuchar con calidad (eso que se denomina académicamente “escucha activa”).
Para ello, propongo que te valores en este breve test.
Puedes rellenarlo varias veces y valorar cómo actúas en la relación con tus colaboradores/as o con las personas con las que tratas frecuentemente (compañer@s de trabajo, amig@s, pareja, etc.).
Lo más importante es que seas totalmente sincer@ contigo mism@, porque si no será una pérdida de tiempo.
Otra opción será también que lo rellene esa/s persona/s para que tengas feedback sobre cómo te perciben en este sentido, pero ojo!: Si tu única expectativa es que te valoren positivamente, tal vez ésta no sea una buena opción.
«Si no estás preparad@ para todas las posibles respuestas, mejor no preguntes.»
Recomendación: No leas y respondas mentalmente el test. Rellénalo en un papel y guárdalo para que en futuro puedas comprobar si evolucionas favorablemente en alguna de las respuestas en las que te hayas (o hayan) valorado peor.
Además, al final hay que sumar los resultados, y de memoria no te vas a acordar de lo que has ido pensando en cada pregunta.
Vamos a ello…
Responde a cada pregunta con: 3 si te ocurre frecuentemente, 2 si solo a veces o 1 si apenas te pasa.
- ¿Tiendes a interrumpir cuando te hablan?
- ¿Interrumpes, particularmente, cuando no estás conforme con lo que te dicen o se enrollan demasiado?
- ¿Crees que sabes lo que los demás van a decirte y te pones visiblemente nervios@ si dan rodeos?
- ¿Tienes prejuicios hacia alguno de tus interlocutores?
- ¿Tienes una predisposición negativa hacia algún tema sobre el que tienes que hablar con relativa frecuencia?
- Cuando te están hablando ¿Estás pensando en tu postura o en tu posible respuesta en vez de escuchar abiertamente?
- Cuando te hablan ¿Te muestras visiblemente inquiet@? (si no eres consciente de esto, presta atención a tu actitud en las próximas conversaciones)
- En una conversación ¿Sueles pronunciarte sin hacer antes preguntas para aclarar, profundizar y asegurar la comprensión de los mensajes?
- Cuando estás ocupad@ con algo importante y una persona te interrumpe ¿La atiendes?
- Si decides atender a esa persona ¿Mantienes conexión mental (puede que hasta física) con lo que estabas haciendo antes de la interrupción?
Valoración de los resultados:
>24 indica que no eres precisamente un/a dios/a de la escucha. Es muy probable que estés teniendo serias dificultades en tus relaciones con el resto del mundo y que seas percibid@ como alguien que no escucha a los demás. Conviene que te pongas las pilas de inmediato si quieres resolver esto.
Entre 20 y 24 se observa una tendencia a no escuchar todo lo que deberías. Hay que mejorar la escucha en aquellas situaciones en las que la valoración haya sido 3, para empezar, y vigilar las que tengan un 2.
Entre 15 y 19…bueno, no está nada mal. Pon atención en aquellas respuestas que han tenido la valoración más alta para mejorar tu escucha.
Entre 11 y 14, ya estarías en un nivel muy bueno de escucha. Enhorabuena. No obstante, si en alguna respuesta pusiste un 3, ya sabes…
Por debajo de 11 estás ya en puestos de Champions! Dime quién eres y te llamaré cuando necesite hablar y ser escuchado! 😉
Bueno. Ahora llega el momento de trabajar en las áreas de mejora detectadas.
¿Cómo?
Vamos a proponer estrategias para cada una de las situaciones citadas en el test y la manera de abordarlas para tener mejores resultados…pero tendrás que tener paciencia (una de las habilidades clave para aprender a escuchar, por cierto) y esperar a la próxima entrada.
Por ahora quédate con las reflexiones a las que te hayan llevado los resultados del test, que ya es un buen punto de partida para iniciar el cambio!
Gracias por leernos y compartir!
