Los 3 Estados Mentales

Habiendo finalizado hace poco más de una semana mi Máster de Coaching Estratégico, de la mano de Tino Fernandez (visita su web pulsando aquí) y su extraordinario equipo (mil gracias a todos/as por “daros” de esa manera), tengo un montón de cosas que contarte. . .

Pero iré por partes, porque demasiada información abruma, y menos es más.

Voy a empezar por hablarte de los Estados Mentales.

Y una noticia fantástica es que, te va a servir sí o sí -te dediques a lo que te dediques- para entender muchas cosas que te ocurren, profesional y personalmente. Te lo aseguro.

Según lo aprendido, un Estado Mental es una actitud frecuente y recurrente ante la realidad, el tipo de respuesta que damos ante un problema u objetivo.

Ojo!: son comportamientos, patrones, no la identidad de la persona.

Existen 3 Estados Mentales:

  • La Víctima
  • El Avestruz
  • El Guerrero

En la descripción que a continuación hago de cada uno, muy probablemente vas a identificar el patrón de alguien que conoces.

Es posible incluso que veas reflejado el tuyo propio.

Si ocurre esto último, es estupendo que puedas reflexionar sobre dónde estás, evaluar si quieres seguir ahí y, en caso negativo, cambiarlo si realmente deseas hacerlo.

Allá vamos. . .

# LA VÍCTIMA

  • Se denomina así porque “se instala” en el lamento y la culpa.
  • La culpa dirigida a los demás: las instituciones, el gobierno, la Unión Europea, los mercados, la competencia, su jefe, su familia, la prensa. . .
  • Se cuenta historias que justifican el hecho de que eluda su responsabilidad sobre lo que le ocurre.
  • También se da, en unos casos más que otros, que se culpa a sí misma, pero no para tomar responsabilidad, sino para flagelarse.
  • En lugar de que “cada situación sea un problema” -que ya es malo- “crea un problema para cada situación” -que es bastante peor-.
  • Suele moverse entre la frustración, la ira, el miedo y la tristeza.
  • Autoestima baja. Puede ser un gran “vampiro de la autoestima” (leer más sobre esto pulsando aquí)
  • Mientras esté en este modo, nunca pasará a la acción.

# EL AVESTRUZ

  • Este estado mental se llama así por el mito de que los avestruces esconden la cabeza en un agujero ante el peligro -nada más lejos de la realidad de este animal, pero es bastante ilustrativo-.
  • Se caracteriza por ponerse de perfil, mirar para otro lado -o incluso huir- ante todo lo que suponga responsabilizarse de sí mismo/a.
  • Suele “darse baños” de optimismo desmesurado, utilizando frases como: “todo va a ir bien, seguro que tengo un golpe de suerte, confío en la providencia, etc.” Pero no hace nada porque “lo va a hacer después, algún día”, “ahora no, mañana”.
  • Es cómodo. Realmente, no hace nada distinto porque asocia más dolor a la tarea que placer al resultado.
  • Prepara y planifica bien, pero no pasa a la acción. Es un gran analista.
  • Se autoengaña bien y puede sonar convincente ante los demás -cargado de razón para no hacer-.
  • Suele moverse entre el miedo, la duda. . . y vuelta al miedo. Puede derivar en Víctima finalmente si pasa demasiado tiempo en estas emociones.

# EL GUERRERO

  • Recibe este nombre porque afronta los problemas y trabaja para resolverlos
  • Tiene miedo, igual que todos lo tenemos, pero le planta cara. Incluso lo ve como un indicador que le enseña el camino, porque enfrentarse a sus miedos es lo que le va a hacer crecer.
  • Problema = Oportunidad
  • Cultiva el coraje, la creatividad, es honesto consigo mismo, vive alineado con sus valores y los respeta, es íntegro, coherente, auténtico.
  • Se mueve bien ante la dificultad y la incertidumbre, y se reta: ¿cómo lo voy a hacer?
  • No gasta tiempo en buscar culpables, ni en culparse a sí mismo, cuando algo sale mal. Extrae el aprendizaje: ¿Qué funcionó? ¿qué puede mejorar? y ¿qué puedo hacer diferente la próxima vez?
  • Sus emociones son la seguridad, el coraje, el amor (vulnerabilidad -no debilidad- y compasión) y la alegría (entendida como el disfrute, la pasión)

Los estados de Victima y Avestruz necesitan de estímulos externos para conseguir algo de motivación que, usualmente, tiene un efecto efímero.

Durante unos días, semanas en el mejor de los casos, utilizan la inercia de la energía obtenida mientras visualizaban una conferencia motivadora, asistían a un curso o recibían una arenga por parte de un superior.

Particularmente esto les pasa a los Avestruces, porque las Víctimas pocas veces se motivan ya con nada externo. Son muy escépticas y solo le ven el lado negativo: “Todo eso está muy bien, pero en la vida real. . .” “Esas personas de éxito nacen con un don. . .”, “Si yo tuviera los recursos, también lo haría. . .”, etc.

Sin embargo, el Guerrero no necesita motivación. TIENE COMPROMISO.

Compromiso consigo mismo, con los que le rodean, con “los mandos, los iguales y los subordinados”.

Compromisos con sus valores. Con su identidad. Es responsable de su vida. Toma decisiones y gestiona los resultados. Diseña lo que quiere y va a por ello. Busca opciones para conseguirlo, cuantas más mejor. No teme al fracaso porque lo identifica como parte del proceso.

¿Te atreves a ser Guerrero/a? Yo estoy en ello. . . 😉

Y si necesitas apoyo en tu progreso hacia ese estado mental, escríbeme a ch@comercihabilidades.com y hablamos.

Gracias por tu tiempo, por leernos y por compartir!