Este año, como otros, te has propuesto mejorar cosas, incorporar eso que “sabes que deberías” hacer -y no haces- o eliminar aquello que “sabes que te perjudica” -y sigues haciendo-.
Puede que sea incorporar hábitos saludables a tu vida, hacer más ejercicio, comer mejor, dejar algún hábito nocivo para la salud, aprender un idioma, dedicar más tiempo a tu familia… lo típico.
Lamentablemente, el índice de fracaso es muy alto cuando te cargas de buenas intenciones y grandes propósitos si no aplicas método.
Y la buenísima noticia es que es posible cambiar esto y conseguir -por fin- lo que te propones.
Se trata de seguir 5 pasos:
1# Lo primero es convertir el propósito en un OBJETIVO.
La manera de hacerlo te la conté con detalle a finales de diciembre de 2015, pero es posible que te venga bien recordarlo o que no leyeras este blog por aquel entonces.
Aquí te dejo el enlace: Empieza el año: Propósitos VS. Objetivos
2# Lo segundo es revisar tus CREENCIAS respecto al eso que quieres establecer como objetivo para este año, cómo te está limitando tu forma de pensar, de ver, de sentir, de abordar mentalmente ese cambio en tu vida.
Ten en cuenta que, si te lo has propuesto varías veces y no lo has hecho, es porque hay algo en tu mente que te lo impide.
Te dejo este artículo donde te proporciono un ejercicio para gestionar esas creencias: Creencias que provocan Carencias.
3# En tercer lugar, te recomiendo encarecidamente que elimines unos cuántos “PARÁSITOS MENTALES” de los que llevas adheridos (esas pequeñas cosas pendientes, en todos los ámbitos de vida, que siempre pospones)
Esta herramienta que te muestro a continuación es de un poder energizante casi mágico: Cómo eliminar “parásitos mentales”.
4# El cuarto paso se divide en 2, realmente:
- Escribir cuántas acciones podrías llevar a cabo para conseguir ese objetivo que ya has establecido correctamente. Se trata de conseguir volumen de ideas, no calidad. Cualquier cosa que se te pase por la cabeza es bienvenida, por absurda que te pueda parecer (de hecho, de lo supuestamente absurdo nace a veces lo genial)
- Una vez hecho lo anterior, se trata -ahora sí- de escoger. Para ello diseñé esta herramienta y la presenté en este blog en su día, pero te la vuelvo a compartir: C.S.I. Cuestionario para la Selección de Ideas.
5# En quinto y último lugar, ya solo falta formalizar todo esto en un PLAN DE ACCIÓN que recoja:
- las distintas acciones a llevar a cabo para lograr ese objetivo (qué)
- el detalle de cada una de ellas (cómo)
- una fecha de cumplimiento (cuándo), con su correspondiente orden cronológico
- otras personas que podrían estar involucradas, aparte de ti mism@ (quién más)
[OJO: Sin Plan de Acción, los pasos 1, 2 y 4 no son más que un ejercicio de análisis que queda estupendo en un papel, pero no suponen ningún progreso. Es más: generan una mayor frustración, porque hemos trabajado en el diseño del objetivo y en la manera de alcanzarlo, pero no hemos hecho nada para conseguirlo]
Un ejemplo de Plan de Acción simple:
Supongamos que estás en un estado de forma lamentable.
Supongamos también que “has hecho los deberes previos” y has establecido un objetivo como mandan los cánones para mejorarla:
“Ser capaz de correr una distancia de 10 Km en 60 minutos a 30 de junio”
Para hacer tu Plan de Acción, descompondremos este objetivo en “micro-objetivos”. Eso son los “qués” del Plan.
Un primer “qué” podría ser:
1 Comprar un calzado deportivo adecuado para correr
- ¿Cómo? Aprovechando las rebajas del centro comercial
- ¿Cuándo? El viernes 11 a las 20hs.
- ¿Quién más? Con mi amigo Carlos, que es corredor habitual y entiende bastante de calzado deportivo.
Y seguidamente. . .
2 Iniciar mi preparación física en casa
- ¿Cómo? Haciendo media hora de cinta de correr (que tengo una en casa muerta de aburrimiento) durante las 2 próximas semanas.
- ¿Cuándo? Martes y jueves a las 20hs. y sábados a las 9:30. Empiezo el sábado 12, estrenando las deportivas nuevas.
- ¿Quién más? Yo sol@. Me pondré una selección de vídeos musicales en Youtube para hacerlo más entretenido.
3 Comenzar a correr en el exterior
- ¿Cómo? A partir de la 3ª semana, añadir 30 minutos adicionales de carrera por el parque
- ¿Cuándo? Los domingos a las 20hs.
- ¿Quién más? Con mi perro, y así le hago hacer ejercicio también a él
Tal como se ve en este sencillo ejemplo, hay una secuencia de acciones que ya he definido y situado en el tiempo, y que son el primer avance (muy importante para salir de la zona de confort) que me conduce hacia mi objetivo.
Obviamente, se irían ampliando acciones y retos nuevos para ir midiendo los progresos y, si procede, hacer ajustes en el objetivo, haciéndolo más ambicioso -o más realista-, según vaya cumpliendo los hitos -acciones- anteriores.
Con todo esto, si no cumples tus objetivos para 2019 es porque, realmente, no los quieres conseguir de verdad 😉
Muchas gracias por tu tiempo, por leernos y por compartir!