¿No Te Da La Vida? Cambia 4 Cosas Y Verás

Entre “puentes” y fiestas navideñas, ya no queda mucho tiempo para alcanzar los objetivos y cerrar un buen ejercicio.

A menos que seas de los/as que han cumplido ya el objetivo y estés disfrutando de una recta final relajada, un elevado número de comerciales tienen un importante incremento de tensión -presión, incluso- en estos meses.

Por eso mismo, justo ahora hay que ser un verdadero artista de la gestión del tiempo y optimizar al máximo las actividades que llevamos a cabo.

Sin embargo, hay muchos ladrones del tiempo que reducen tu productividad y frecuentes interrupciones que perjudican tu concentración en lo importante.

Veamos 4 que se dan habitualmente, y cómo abordarlos para ser más productivos:

# Gestión del email: El correo electrónico es una magnífica herramienta, además de un gran ladrón del tiempo.

Evidentemente, hay personas que su tarea principal es precisamente ésta y que, por lo tanto, tienen que trabajar con ello todo el tiempo.

Pero la mayoría de los comerciales no. Se supone que habrían de estar focalizados en la venta, que es lo que les conduce a su objetivo.

¿Qué te sugiero?

El objetivo final debería ser que mirases el correo electrónico solo. . . ¡¡¡en 2/3 momentos del día!!!

Sí. Lo que has leído. 2/3 momentos de atención plena y eficiente a esta herramienta.

Puede que algún/a lector/a ahora mismo se esté retorciendo ante este planteamiento, incluso puede hasta que a alguien le haya salido sarpullido.

Y por eso, te lo voy a poner un poco más fácil: Hazte el firme propósito de, durante una semana, mirar el email solamente en 5 momentos del día; los que tú consideres en función de la posible carga de emails que recibas.

Si fueran de 30’ cada uno de esos momentos, sumarían 2’5 horas (¡que no es poco!)

Finalizada esa semana, valora cuántas situaciones terribles se han producido por no leer el correo todo el tiempo y, como probablemente sean “ninguna”, relájate y prueba a reducirlo a 4 momentos en la semana siguiente.

Al final de la semana, repite el proceso y baja a 3 en la siguiente.

¿Podrás bajarlo a 2? Valóralo (sería 1 hora en total todos los días)

Es obvio que habrá días que, por alguna razón de verdadero peso, debas alterar la norma, pero no te engañes: esos días tienen que ser absolutamente excepcionales.

# Gestión de las llamadas entrantes: El teléfono móvil, invento celestial y diabólico a la vez, es otro gran ladrón del tiempo.

Y ahora hablo SOLO de las llamadas. . . más adelante hablaré de la denominada mensajería instantánea -como WhatsApp-, que es aún más infernal.

Algunas personas sienten una especie de atracción magnética hacia las llamadas entrantes y les cuesta un dolor no descolgar.

Realmente, si lo piensas, ¿cuántas de esas llamadas requerían de verdad atención inmediata por tu parte?

Ya sabes la respuesta.

¿Qué te sugiero?

Para empezar, el contestador automático sigue estando vigente a día de hoy, así que, si lo activas, el que quiera te puede dejar un mensaje en él indicando lo que precisa.

Si no deja mensaje, seguramente no es un tema urgente. Y si el mensaje es tipo: “Hola, …… Soy …… Llámame cuando puedas”, tampoco parece que sea un tema urgente.

Después devolverás todas, por supuesto. Pero en un momento de dedicación plena, gestionarás las llamadas mucho mejor.

En segundo lugar, la mayoría de las personas, si realmente les urge hablar contigo, harán reiteradas llamadas seguidas. O, además de llamar, enviarán un mensaje instantáneo del estilo: “Llámame lo antes posible. Urge”.

En definitiva: Se esforzarán en localizarte y hablar contigo.

Pero sabes que muchas de las llamadas no son urgentes y, algunas, ni siquiera importantes.

# Gestión del WhatsApp: El concepto de mensajería instantánea significa que los mensajes LLEGAN instantáneamente. No significa -en absoluto- que deban ser RESPONDIDOS instantáneamente!!!

Sin embargo, hemos entrado en una dinámica de “te escribo y espero respuesta ya” que, más que un ladrón… es un criminal del tiempo!

No voy a entrar en toda la amalgama de imágenes, memes, vídeos y audios que recibimos en un día. Y algunos de estos archivos, además, enviados sin filtro ni criterio alguno.

¿De verdad es necesario enviar composiciones coloristas con gatitos deseándote un feliz lunes?

[Perdón, dije que no iba a entrar, pero me he dejado llevar. . .]

¿Qué te sugiero?

Básicamente, autocontrol.

Igual que con el email y el teléfono, tú ya sabes que muchos -muchísimos- “wasaps” no son urgentes ni importantes. Establecer tus momentos para gestionarlos es una de las estrategias.

Si tu hijo se ha caído en el cole y se ha hecho una brecha en la cabeza, seguro que te van a llamar y enviar mensajes tu pareja, tus padres, tus suegros, los profes, etc. No te quepa duda.

Si tu jefe necesita hablar contigo con carácter urgente, hará lo mismo también. No te quepa duda de esto tampoco.

Y hablando del rey de roma. . .

# Gestión del Jefe: Hay jefes que son verdaderos ladrones del tiempo.

No tienen piedad alguna en interrumpir a sus subordinados para satisfacer necesidades que muchas veces son solo suyas, sin valorar el impacto que tienen dichos atracos en la productividad de su equipo/departamento y, por lo tanto, la ineficiencia que generan.

Y los hay que también -y/o además- son muy dados a convocar reuniones de inminente inicio, a las que ineludiblemente hay que asistir, obligando a sus colaboradores a dejar todo lo que tenían previsto para acudir a dicho meeting que, con frecuencia, se podría haber evitado con algo más de planificación, previsión o reflexión.

Además, y algunos de ellos adrede, generan una sensación de urgencia permanente que eleva el estrés de su equipo a niveles tóxicos.

¿Qué te sugiero?

¿Se puede gestionar al Jefe? Bueno, digamos que podemos aplicar algunas sencillas ténicas que nos ayudarán, en alguna medida, a lidiar con esta figura.

Por ejemplo, hay personas que cuando su jefe les pide algo corren raudas y veloces a ejecutarlo sin preguntar: ¿Para cuándo lo necesitas, José María?

[Si cuando José María pide algo, se le da inmediatamente, José María se acostumbra a ello, pero eso no quiere decir que realmente lo necesite ahora]

Posiblemente algún/a lector/a ha pensado mientras leía el párrafo anterior: “Si le pregunto eso a mi jefe, me va a decir que para ayer…”

Lo sé. Los hay así. Big Planners, les llaman.

En esos casos el planteamiento es el siguiente: Hazle saber cuáles eran tus objetivos, tareas y dead lines para hoy, y que te ayude a decidir cuál de ellas dejas de hacer para hacer esta otra que te está pidiendo ahora para ayer.

Esta técnica -no siendo perfecta- te servirá a veces para que valore la situación y recule, si realmente no era tan urgente lo que te estaba pidiendo (siempre que sea un ser humano, y no te diga que hagas todas y que te quedes hoy hasta las 23 en la oficina)

Si aun así lo quiere ahora, no te podrá culpar después de no haber hecho otras cosas, ya que habrás reprogramado tus prioridades con su participación, conocimiento y consentimiento de cuáles tareas no vas a hacer o qué vas a incumplir.

Espero esta lectura te haya servido para, al menos, replantearte si puedes incorporar alguna de las sugerencias propuestas y mejorar tu gestión del tiempo.

Tienes más sobre el tema en esta saga que empieza en este artículo: El Tiempo En Sus Manos

Y un método para reprogramar prioridades -y reducir el estrés- en este otro: El Método P.E.R.R.A. 

Gracias por tu tiempo, por leernos y por compartir!