Engáñate: Haz como si…

“Siéntete y piensa como puedas, pero haz lo que debes”
(Alfonso Alcántara)

La verdad es que es una frase simple, clara y contundente que te puede ser de gran ayuda en muchos momentos de la vida.

Yo me la digo a mi mismo cuando la necesito, y te invito a que lo hagas, sobre todo si eres de esas personas que se ponen todo tipo de trabas y barreras a sí mismas para pasar a la acción.

Una técnica para hacerlo es “Hacer como si”.

Supongamos que un día te levantas hech@ una mierda, como gripos@, embotad@, atrapad@ en un encefalograma plano que no sabes –ni quieres- modificar, y con el profundo deseo de que todo esto sea un mal sueño.

Te miras al espejo y te devuelve una imagen que recuerda a tu peor versión después de una noche de excesos. “Buf…No tengo ganas de ná. Me volvía a la cama ya mismo”, podría ser la primera frase que dices –o te dices- para poner en palabras la sensación que te invade.

Además, ese día tienes que presentar una propuesta a un cliente importante o asistir a una reunión del comité de seguimiento de no sé qué proyecto de tu empresa. . .

Y en ese estado arrastras tu maltrecho cuerpo, y lo que queda de tu cerebro, hacia la indeseada tarea.

En ese momento sigue estos pasos para engañarte y “hacer como si”:

Acéptalo: Sientes lo que sientes y tus pensamientos son los que son.

No luches contra ello. Supone un desgaste enorme y no estás en condiciones de luchar.

Si te dices: “venga, espabila, no puedes ir así” tu mente abrirá la puerta a un desbocado saboteador profesional -que te conoce mejor que nadie- y te golpeará en tu ya debilitada voluntad.

Finge: “Estoy para acostarme y dormir como si no hubiera mañana, pero voy a interpretar el papel de mi vida y me voy a ganar un Goya, si no un Oscar”.

Empieza a transformarte en el personaje que necesitas ser: ese/a tú capaz de realizar una presentación impecable, con una actitud encantadora que cautivaría a cualquier cliente dejándole ansioso por firmar el contrato, o en ese/a tú que aportaría comentarios apropiados e inteligentes en la reunión de la empresa.

Y todo ello consciente de que es una actuación, que tú en el fondo estás para el arrastre (recuerda que previamente has aceptado esto)

Visualiza: Imagina la postura de tu cuerpo, el brillo de tu mirada, la actitud segura y confiada, el porte, la fluidez, la agilidad mental. . . todo lo que es necesario para que realices la tarea que tienes que hacer.

Practica: Empieza a enderezar tu espalda, tus hombros. Sonríe. Levanta tus brazos simulando triunfo.

Mira a tus interlocutores (virtuales) directamente a los ojos con complicidad y encanto personal, siéntete poderos@ y actúa como tal. . . trabaja a tope tu lenguaje corporal!

En este proceso, nuestro cerebro, tan inteligente como idiota, empezará a incrementar la producción de sustancias químicas que están relacionadas con sensaciones positivas, con la seguridad en uno mismo, etc., y reducirá la de aquellas que inciden en sensaciones negativas como el estrés. . . y paulatinamente empezarás a sentirte mejor y a cambiar tu estado, quedando químicamente list@ para lo que se te presente!

¿Por qué? Porque el cerebro no distingue entre que lo estés fingiendo o que te sientas así realmente.

Es como mascar chicle en momentos de tensión: tu cerebro más primigenio (el que se encarga de la supervivencia) no entiende que te pongas a comer en una situación de estrés.

Al masticar, entiende que estás comiendo… y nadie se  pondría a comer mientras le persigue un Velociraptor!

Nuestro subconsciente ya hace cosas parecidas, como por ejemplo frotarnos las manos enérgicamente, o dar un unas palmadas apremiantes, mientras decimos “…bueno señores, manos a la obra!”, en una situación en la que queremos romper una dinámica de inacción.

Ahora se trata de que, en vez de hacerlo de forma inconsciente, lo llevemos al plano consciente utilizando la técnica que acabo de compartir contigo.

Como broche de oro, te recomiendo de corazón que visualices esta charla de Amy Cuddy en TED.

Son solo 20 minutos, y no tiene desperdicio.

Si no puedes ahora, vuelve luego y dale al … haz lo que debes! 

Disfrútalo!