Llamamos parásito mental a aquello que “vive en tu cabeza”, te “absorbe energía” y “se hace más grande con el tiempo”.
Pero NO estoy hablando de tus (nuestr@s) miedos o creencias limitantes. Eso ya lo vimos en esta otra entrada.
En esta ocasión hablo de todas esas pequeñas –o no tan pequeñas- cosas que tienes pendientes de hacer y que siempre pospones: esa llamada a un cliente “difícil” para tratar un tema delicado, el nuevo producto que aún no acabas de integrar en tu porfolio, ordenar por fin tu mesa porque te cuesta «una vida» encontrar algo, actualizar tu CRM con las últimas visitas, etc.
También están las de carácter doméstico (la perenne bombilla fundida del trastero, la revisión dental, el cambio de domiciliación bancaria del seguro, etc.), que no son objeto de este artículo… pero influyen!
Yo tengo los míos, como todo el mundo pero, cuando tomé conciencia de la importancia de irlos eliminando y empecé a hacerlo de forma sistemática, sentí una gran satisfacción, ligereza, motivación… y un aumento de energía considerable que se tradujo en mejores resultados.
Por eso comparto contigo un método sencillo para limpiarte de parásitos: El Plan de EliminAcción!
1 Lista todos los que se te ocurran que están ahí, fagocitando tu energía
Esto tiene dos efectos: el primero es tomar conciencia de todo lo que te lastra, y el segundo -mucho más importante- es que ya no están en tu cabeza. Los has representado físicamente en una lista, o sea: han sido identificados y confinados, para su posterior ejecución 😉
Ejemplo: El nuevo producto que ya está vendiendo tu empresa y no has empezado ni a ofrecer.
2 Anota al lado las razones por las que crees que te compensa mantener cada uno de ellos
¿Por qué los toleramos? Comúnmente porque no nos aprieta el zapato lo suficiente como para actuar, o porque son temas puntuales que solo molestan en ciertos momentos (eso sí, algunos molestan mucho cuando molestan), o porque procrastinamos en beneficio de otras actividades más fáciles, gratas o placenteras, o por miedo a las consecuencias de afrontarlos, etc.
Ejemplo: Estás inseguro, tienes dudas sobre si a tus clientes les va a interesar, tienes que leer y aprender el manual, tienes que integrarlo en tu discurso y no tienes claro cómo hacerlo… (Lógico! esta situación te saca de tu zona de confort)
3 Ahora añade las consecuencias que está teniendo para ti mantener ese parásito
Seguro que te es fácil listarlas, porque esas consecuencias son las que hacen que sea un parásito y «te visite» de vez en cuando para machacarte.
Ejemplo: Malos rollos con tu jefe, te estás distanciando de tus compañer@s que sí lo venden ya, pierdes oportunidades de venta, te sientes un poco inferior con respecto a los demás vendedores, pierdes comisiones que otros están ganando…
4 Escribe a renglón seguido qué beneficios tendría para ti (o tu entorno) eliminarlo
En este apartado es importante no ser escuet@. Cuantos más beneficios pongas, mejor.
Ejemplo: Recuperar posicionamiento en la empresa, alinearte con lo que tu jefe te pide, ganar seguridad al conocer -y llegar a dominar- otro producto más, incrementar tus ventas, una imagen más profesional ante tus clientes, aumentar tus ingresos…
5 Si los beneficios de eliminarlo son mayores que la razón por la que lo mantienes…Plan de EliminAcción!
Detalla los pasos a seguir, pon una fecha para fulminarlo impunemente y trasládala a tu agenda.
Ejemplo:
- Lunes a las 19:30. Leer el manual y anotar posibles dudas
- Miércoles a las 16. Quedar con tu jefe o un/a compañer@ para aclarar las dudas
- Jueves a las 19:30. Ensayar cómo plantearlo al cliente, practicar argumentos y analizar posibles objeciones y su tratamiento.
- Lunes siguiente: Empezar a ofrecerlo.
En este caso, como has visto, descomponemos la eliminación del parásito en varios pasos, ya que así lo requiere.
Importante: La idea no es hacer una maratón de matanza de parásitos. Cárgate 2 o 3 a la semana. Tenemos otras cosas que hacer, y que son importantes, pero procura que no pase una semana sin hacer algún parasiticidio (total o parcial)
6 Tacha los que vas eliminando
Este momento es una pasada. La satisfacción de por fin quitártelo de encima…buf! En serio, pruébalo durante 2 semanas y luego me cuentas cómo te sientes.
7 Incorpora los nuevos conforme aparecen y sigue la misma sistemática
No puedes evitar que aparezcan nuevos parásitos que atender (aunque la lista se va a reducir -seguro-, tendrá repuntes), pero ya no los verás de la misma forma.
Si integras el hábito de finiquitar un par de parásitos a la semana, los irás eliminando sin que lleguen a succionarte mucha energía.
También habrá parásitos más light y otros más heavys. Mi consejo es que establezcas 3 niveles de complejidad de resolución: Alta, media y baja, y que todas las semanas resuelvas dos fáciles y uno que no lo sea tanto.
Valora también para esta clasificación si hay fechas límite (parásitos con plazo de entrega), el “trago” que te supone abordar el tema (conversaciones difíciles, especialmente), medios o ayudas que necesitas, etc.
Y ahora te pediré 3 favores:
- Que no juzgues el método sin probarlo (¿Qué tienes que perder?)
- Que cuando hagas la lista no te dejes amilanar por el tamaño de la lista (la primera vez que la hice tenía 40!). Este es el primer paso para recuperar energía, motivación y tener mejores resultados, así que: date la enhorabuena!
- Qué cuando lo pongas en práctica, compartas la experiencia aquí para que podamos congratularnos de tus avances!
Gracias por leernos y compartir!