En una entrada reciente hablábamos de la Zona de Confort y prometíamos profundizar cómo salir de ella y, como las promesas hay que cumplirlas, pues eso…
En primer lugar debemos hacernos algunas preguntas:
¿Cómo vemos lo que hay más allá de la zona de confort? ¿Un camino tenebroso en el que encontraremos incertidumbre, inseguridad, desconocimiento, desubicación, desconcierto…miedo en definitiva?
¿O tal vez un recorrido que nos abrirá nuevas posibilidades, oportunidades, en el que aprenderemos nuevas competencias y desarrollaremos habilidades, descubriremos nuevos escenarios, cruzaremos fronteras, etc.?, ¿Seremos jueces o aprendices?
La actitud, predisposición, apertura mental y motivación con la que abordemos la nueva etapa marcará notablemente la manera en la que viviremos el proceso.
Tanto si la salida de la zona de confort es voluntaria como si es forzada.
Dicho esto, algunas claves para hacer este camino con éxito son:
1# Establecer el objetivo que deseamos alcanzar siguiendo algunas pautas: fecha concreta de cumplimiento, indicadores que nos permitan medir su grado de cumplimiento, expresarlo de forma muy específica.
Ejemplo: si pesas 90 kg. y según tu complexión deberías pesar 75, no es lo mismo decir “quiero perder peso” que decir “a 31 de marzo de 2016 voy pesar 75 kilos”.
2# Acto seguido, descomponer el objetivo final en pequeñas metas cercanas (micro-objetivos) que vas a ir cumpliendo paulatinamente.
Estas metas han de ser realistas, a la vez que tener cierto componente de ambición/reto.
Siguiendo con el ejemplo anterior: “A 31 de diciembre pesaré 85 kg. A 31 de enero 80 y el 31 de marzo habré conseguido mi objetivo final de 75 kg.”
3# Buscar todas las posibles opciones y alternativas que tenemos para alcanzar esas metas del punto anterior.
En esta fase sería estupendo contar con la ayuda de alguien que nos escuche y que no nos juzgue (¡rara avis!), que no emita ninguna opinión; simplemente, que nos invite a pensar y crear sin trabas ni condicionamientos.
Se trata de que digamos -y escribamos- todo aquello que “nos venga a la lengua”, sin ser filtrado por nuestra mente crítica.
A veces una gran tontería lleva a una gran idea. Este magnífico vídeo ilustra lo que propongo.
4# Una vez disponemos de la Cantidad llega el turno de la Calidad.
De todas las opciones que hemos encontrado, vamos a escoger aquellas que estén más alineadas con nosotros, con quiénes somos, con nuestros valores, competencias, habilidades, afinidades, etc.
Retomando el ejemplo de perder peso: «si no me gusta hacer deporte y, por otro lado, quisiera pasar más tiempo con mis hijos, a lo mejor una buena opción puede ser encontrar una actividad que comparta con ellos y me ejercite.»
5# Para finalizar: ponte en marcha y pisa fuerte, aunque te salpique un poco el agua de los charcos (que seguro los habrá ). . . y nunca olvides disfrutar del camino!
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Este proceso es bastante eficaz a la hora de salir de la zona de confort, pero a veces no es fácil llevarlo a cabo solo. Si crees que necesitas acompañamiento para salir de tu zona de confort, un proceso de coaching puede ser una gran alternativa.
Si piensas que te podemos ayudar, no dudes en contactar con nosotros enviando un correo electrónico a ch@comercihabilidades.com .
Estaremos encantados de escucharte.
¿Alguna vez has salido voluntariamente de tu zona de confort? Comparte, por favor…Gracias!