¿Te pareció interesante la entrada sobre la Estrella de Mar, de Patrick Kua? ¿Le has dado una vuelta a ver cómo aplicarla en tu organización personal?
Si es así, no olvides las recomendaciones que te dimos para utilizarla bien, y que no se convierta solo en un hacer más.
Siguiendo con la Estrategias aplicables para mejorar nuestra gestión del tiempo y productividad personal, considero que hay 5 factores clave a considerar, si aún no se ha hecho:
Auto-disciplina: No es, ni más ni menos, que tener firmeza con uno mismo a la hora de mantener nuestra planificación.
Para ello, hay que observar los otros 4 factores que figuran a continuación.
Asertividad: Ser capaz de expresar nuestras necesidades, opiniones, deseos, ideas y sentimientos sin sentirnos culpables, dando argumentos, explorando en lo que los demás necesitan (para ser asertivo hay que ser empático) y buscando alternativas ganar-ganar.
Esto bloqueará algunos ladrones del tiempo.
Aplicar la Ley de Eisenhower: Es muy sencilla, pero no por ello menos eficaz. Se trata de preguntar ¿para cuándo? y/o ¿para qué?
Es muy útil para gestionar las urgencias de otros (iguales, colaboradores; incluso jefes, aunque a éstos les dedicaremos un capítulo aparte)
Control del teléfono y del correo electrónico: ¡Sí, se puede! Idealmente, deberíamos mirar el correo un par de veces al día, salvo que nuestro trabajo consista en leer y contestar email en tiempo real.
Como me consta que a algún/a lector/a puede sufrir efectos físicos y mentales graves solo con imaginar esto, un buen principio puede ser entrar en el gestor de correo en 4 momentos del día e ir probando a reducirlos paulatinamente.
En cualquier caso, notarás una mejora notable en tu gestión del tiempo, porque tus prioridades no cambiarán constantemente a golpe de email.
Con el móvil pasa igual: prueba a no contestar tooooodas las llamadas. Si alguna es urgente, seguro que insiste.
Entonces ya valorarás si debes atenderla. El buzón de voz es un buen recurso.
¿Y los guasaps?: la mensajería instantánea significa que se entrega en el momento, no que haya que contestar en el momento!
(Ya! Eso díselo a mi pareja, liiiisto! Je,je,je)
Objetivos bien definidos: Si agendamos las tareas con día y hora para acometerlas, tendremos más posibilidades de cumplirlas que si improvisamos.
Es importante ser realista con lo que ponemos en la agenda del día.
Con frecuencia subestimamos el tiempo que se tarda en hacer las cosas, imaginando que trascurren en un mundo ideal en el que no hay atascos, no nos interrumpe nadie, las hojas Excel se rellenan solas, etc.
“. . . eso lo hago en 5 minutos. . .», «. . . de Atocha a Plaza de Castilla estoy en 15 minutos. . .”
Autoengaño puro.
Se honest@ contigo mism@ y piensa si casaste bien tiempo y tarea.
Si en lugar de faltarte, te sobra tiempo, será fantástica la sensación de haber hecho todo lo que tenías previsto y disponer de un tiempo extra para. . . ¿estar más con la familia?, ¿dedicarte a algún hobby?, ¿no hacer nada?
En breve, compartiremos una táctica que nos resultará de gran utilidad para tener una mejor gestión del tiempo y nos permitirá ser altamente eficaces en situaciones de elevada actividad, estrés y cambios permanentes de prioridades. . .
Hasta que llegue el siguiente post, ¿te apetece compartir alguna estrategia que utilizas para gestionar mejor el tiempo? Gracias!